RAPSODIA CROMÁTICA


(reflexiones aleatorias sobre la historia, ciencia y misticismo del color)




por Ana Montiel - para Revista Animal


La historia de la humanidad se podría relatar fácilmente tomando como hilo conductor el color. Pigmentos rudimentarios hechos a partir de huesos calcinados, gamas verdes que hacían enloquecer a la gente y se dice que enfermaron incluso al mismo Napoleón, coloridos fluorescentes para su uso en raves… el color siempre está ahí, dondequiera que mires.

Hacía más de 200 años (desde el hallazgo del cobalto en 1802) que no se descubría un nuevo pigmento azul, hasta que hace poco apareció por sorpresa en un laboratorio de la Universidad de Oregon el azul YInMn. Crayola ha organizado un concurso para elegirle un nombre a esta nueva tonalidad, y así poderla incluir en sus estuches de crayones. Qué responsabilidad nombrar un nuevo color, ¡cuántas posibilidades!

Desde el rojo de las cavernas, hecho a partir de pigmentos minerales molidos como el óxido de hierro o la hematita, hasta el del nuevo iPhone Red; como decía Josef Albers, si uno dice rojo y hay 50 personas escuchando, se puede esperar que cada una esté imaginando un tono diferente del color.



Algunos pintores convierten el Sol en un punto amarillo; otros convierten un punto amarillo en el Sol. Pablo Picasso


En la síntesis sustractiva (mezcla de pigmentos), el amarillo es uno de los colores primarios, pero cuando hablamos de colores luz (RGB) siempre pasa a ser secundario. Los amarillos y ocres han sido utilizados desde la prehistoria. La pintura rupestre del caballo amarillo que hay en las cuevas de Lascaux se estima que tiene alrededor de 17300 años. En el antiguo Egipto asociaban el color amarillo con el oro, reconociendo a ambos como símbolos de divinidad e inmortalidad.


El azul es oscuridad hecha visible. Derek Jarman


La gloriosa llegada del mineral lapislázuli a Venecia durante el Renacimiento. Qué momento en el que un barco llegó con el azul más vibrante que se había visto, aquel que se convertiría en lo que hoy llamamos Ultramarino. Giotto lo utilizó de una manera tan extraordinaria en sus frescos para la capilla de los Scrovegni, que posicionó esta tonalidad como la más divina y celestial de todas. Al elevar de esta manera el azul como el tono más sagrado, la Iglesia trató de controlar dicho pigmento todo lo que pudo, influyendo para que su precio superara incluso el del oro, o llegando a prohibir su uso en otra cosa que no fueran los ropajes de la virgen María.


El color lo es todo. Cuando el color es el correcto, la forma es la correcta. Lo es todo, es la vibración. Y como en la música, todo es la vibración. Marc Chagall


Se han escrito muchos libros sobre el color. Unos más científicos, como Teoría de los colores, de Goethe, o los textos de Isaac Newton; algunos con tendencias hacia el misticismo, como los de Rudolf Steiner o Johannes Itten, y otros muy personales, como Chroma, de Derek Jarman. Una oda al espectro cromático que el artista británico escribió al final de su vida, ya enfermo y sin vista. El libro es crudo a la par de poético, repleto de hechos históricos e información valiosa.


Los Vedas nos dicen que aprender de libros y maestros es como viajar en carro. Éste servirá siempre y cuando uno se mantenga en la calzada. La persona que alcanza el final de la vía, tendrá que dejar atrás el vehículo y abrirse camino por la senda. Johannes Itten


Mi profesión y pasión me hacen reflexionar a menudo sobre el uso del color. ¿Cuánto es técnica y cuánto es intuición?

Los diagramas de color siempre me fascinaron. Qué bellos, ¡y qué satisfactorio es ver todos esos gradientes cromáticos tan bien organizados! Igual he de confesar, ya que estamos entre amigos, que cuanto más van pasando los años, menos sentido les veo a todos esos sistemas. Siento a veces el orden como miedo al caos, cuando dicho caos podría simplemente ser un orden que todavía no entendemos. Los sistemas y las etiquetas funcionan bien y son prácticas, pero conllevan un riesgo: pueden generar un pensamiento restrictivo. Un juicio que puede coquetear con el pensamiento binario y que no percibe un cúmulo de factores y tonalidades grises.

Diagramas aparte, creo que lo más valioso que se puede hacer para entender y trabajar con el color, es observar. Atentamente. Educar nuestras retinas en todo momento. No confiar en el conocimiento innato y tampoco limitarnos a lo que nos enseña el sistema educativo, sino traer a nuestro día a día una actitud de observación que vaya enriqueciéndonos y aportándonos conocimiento empírico. Observación y análisis de la mano de intuición y perseverancia para la puesta en práctica.



El propósito de nuestros estudios es demostrar que el color es el modo de expresión artística más relativo. Josef Albers


Los escritos sobre el color de Josef Albers a menudo son catalogados como “teoría del color”, aunque él trató de evadir dicha etiqueta. Durante sus años como profesor, Albers animaba a sus estudiantes a experimentar con el color a través de diversos ejercicios para que ellos mismos aprendieran por medio de prueba y error. Siempre defendió que la práctica tenía que ir antes de la teoría, y que con sus enseñanzas sobre el color, él estaba compartiendo una filosofía y una manera de ver, más que una teoría per se.


El color es el lugar donde nuestra  mente y el universo confluyen. Paul Klee


En el mundo ya existe un pequeño porcentaje de humanos tetracrómatas que cuentan con cuatro tipos de células cono en los ojos para percibir luz y tonalidades; este afortunado porcentaje puede llegar a ver hasta 10 tonos en el arcoíris, mientras que la mayoría de personas (tricrómatas) ve sólo entre cinco y siete. Por suerte hay alternativas en camino para el realce de la vista que no dependen de la evolución humana, como unas gotas para los ojos hechas a base de clorofila, que proporcionan visión nocturna temporal. ¡Biohacking al rescate!

El espectro visible no tiene límites exactos; un ojo humano común percibe longitudes de onda que oscilan entre los 390 y 750 nm (aunque algunos individuos consiguen percibir entre los 380 hasta 780 nm). Las ondas luminosas son incoloras de por sí y las tonalidades se crean dentro de nuestros ojos. ¿Qué pasaría si con la evolución o con la ayuda de biotecnología ampliáramos nuestra percepción del espectro? ¿Conseguiríamos ver colores que ni nos imaginamos? ¿Cómo serían?



Ana Montiel